jueves, 6 de diciembre de 2012

Un viaje, un sueño fácil de interpretar



Llevo días con un sueño recurrente. Emprendo un viaje en bicicleta, el cual durará varios días, por lo menos un fin de semana. Es un viaje que siempre tiene varios inconvenientes: tormentas que más bien parecen huracanes, grandes distancias, recorridos en carretera, el tener acampar en lugares feos, etcétera. 

Yo estoy decidido a hacer el viaje, pero siempre espero a una mujer que me acompañe, que no le tenga miedo a lo que viene. No sé qué hay al llegar, pero la promesa de encontrar un descanso me entusiasma y comienzo el viaje solo.

Hoy es 6 de diciembre de 2012.  Hoy recordé que he tenido este sueño varias veces, con las distintas mujeres de mi vida, mis parejas fallidas, mi collar de perlas. Hace unas horas, en mi sueño, la última de ellas me acompañaría. Después me habló y me dijo que tal vez me alcanzaría a la mitad, que estaba ocupada en otro lado. Nunca lo hizo. Desperté y dolió. 


Es momento de emprender el viaje solo.





miércoles, 5 de diciembre de 2012

Ley de Víctimas: el capricho de Sicilia, la razón de Calderón.



No se necesita ser un experto en Derecho para detectar las fallas en la Ley Sicilia, y más aún, si las comparamos con la Ley de Víctimas que propuso el presidente Calderón. Y las fallas no sólo radican en la mala redacción y la redundancia de los artículos. Aunado a esto, e irónicamente, a pesar de las declaraciones de Sicilia, la ley de Calderón se apega más al principio pro persona y ofrece mayor protección a las víctimas que la de Sicilia, además de una mayor viabilidad. Esto se puede demostrar a través de la comparación de varios artículos en ambas leyes. 

Uno de los puntos más importantes, se refiere a la responsabilidad del Estado Mexicano en las violaciones a derechos humanos. La Ley Sicilia sólo responsabiliza al Estado, más no al crimen organizado, por lo que apegándonos a esta ley, las garantías sólo serían aplicables a aquellas personas que hubiesen sufrido una violación a sus derechos por parte de servidores públicos, y todas aquellas víctimas directas del crimen organizado quedarían sin protección.
El artículo 6, en su fracción XXI de la Iniciativa con Proyecto de Decreto para expedir la Ley de Víctimas, es decir, la ley Sicilia, define a la violación de Derechos Humanos como:
Todo acto u omisión que afecte los derechos humanos reconocidos en la Constitución o en los Tratados Internacionales, cuando el agente sea servidor público en el ejercicio de sus funciones o atribuciones o un particular que ejerza funciones públicas. También se considera violación de derechos humanos cuando la acción u omisión referida sea realizada por un particular instigado o autorizado, explícita o implícitamente por un servidor público, o cuando actúe con aquiescencia o colaboración de un servidor público.[1]

Es evidente que la propia ley descarta las violaciones de derechos humanos cometidas por el crimen organizado. Es un sin sentido crear una ley que sólo defienda a las víctimas del Estado y no a todas aquellas que día a día son afectadas por la violencia de la guerra de los cárteles del narcotráfico, provocada por los enfrentamientos entre ellos mismos y contra las fuerzas desplegadas por el presidente Calderón en el país. El párrafo citado resulta aún más ridículo cuando tenemos el antecedente inmediato de que en los últimos meses, el gobierno de Calderón se dedicó a cumplir varias sentencias internacionales para reparar los daños cometidos por el Estado a víctimas de otros gobiernos, como el caso del Campo Algodonero,[2] por poner un ejemplo.

Y contrario a lo que la sociedad, los líderes de opinión y los políticos pudieron percibir debido a que la mayoría de los medios sólo publicaron las declaraciones de Sicilia y no se preocuparon por hacer un análisis comparativo de las dos leyes, la ley de Calderón sí contempla a las víctimas del crimen organizado. La Iniciativa de Decreto por el que se expide la Ley General de Atención y Protección a las Víctimas y se reforman diversas disposiciones de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Código Federal de Procedimientos Penales[3] (en adelante la Ley Calderón) hace énfasis en este error de la Ley Sicilia:
En este propósito, y a fin de construir un ordenamiento claro que no sea causa de inseguridad jurídica, la iniciativa que por esta vía se somete a consideración de esa Soberanía concreta una distinción que resulta fundamental. Partiendo de la premisa de que no todo delito constituye una violación a los derechos humanos y de que no toda violación a los derechos humanos constituye un delito, es menester de una ley general como la que se propone, determinar qué hechos victimales son a los que la misma se refiere y a través de qué medios responderá a cada uno de ellos. El esclarecimiento en torno a este tema es de suma importancia, ya que debe ser objetivo de cualquier marco jurídico que pretenda salvaguardar los derechos de las víctimas evitar, en primer lugar, dejar fuera supuestos que constituyan actos dolorosos por su naturaleza delictiva y/o violatoria de los derechos humanos, y en segundo lugar, evitar hacer frente a otro tipo de actos con todas las vías que esta Ley propone, aún cuando sean reprobables. En pocas palabras, no debemos obviar el principio jurídico que nos mandata a tratar igual a los iguales y desigual a los desiguales. Así por ejemplo, resulta evidente que no merecerá la misma respuesta institucional una víctima del delito de secuestro u homicidio (sea éste perpetrado por particulaes o por agentes del Estado), que una probable víctima de violación a sus derechos políticos, los cuales de acuerdo con el artículo 1° constitucional son ahora derechos humanos. En este sentido, la Ley que por esta vía se propone cobijará: (i) a las víctimas de los delitos perpetrados por particulares; (ii) a las víctimas de los delitos perpetrados por algún agente del Estado… y (iii) a las víctimas de violaciones a derechos humanos.[4]

Este párrafo de la propuesta de Calderón, no sólo hace la distinción para que la nueva ley de víctimas proteja también a quienes sufren delitos cometidos por particulares, en este caso el crimen organizado o cualquier otra persona que no tenga que ver con el gobierno, sino que también se preocupa por no dar igual importancia en atención y recursos a una víctima del crimen organizado, el cual obviamente necesitará mayor atención, que a una víctima de derechos políticos, por parte del Estado, que aunque también son derechos humanos, no necesitaría una atención tan inmediata como una víctima de asesinato, secuestro, o extorsión, por ejemplo.

Otro de los puntos fundamentales de la Ley de Calderón, y que ha sido el argumento principal del Gobierno Federal, es que los estados y municipios se involucren directamente en la aplicación de la ley de víctimas, y que no sólo sea tarea y obligación del Gobierno Federal. Esta ha sido una de las ideas del gobierno de Calderón, que ha tratado de aplicar no sólo en este caso, sino por ejemplo, en la depuración de los cuerpos policiacos y los exámenes de control de confianza que los estados y municipios deben aplicar, además de los que aplican las corporaciones de la federación. Esto entendido como una forma de involucrar a las localidades en el combate a la inseguridad y el crimen organizado, y que no toda la responsabilidad recaiga en el gobierno federal, porque como se ha visto, mucha de la corrupción está fuertemente radicada en las corporaciones policiacas municipales y estatales. Es por eso, que es loable la intención del gobierno federal de querer involucrar a los estados y municipios en la tarea de protección a las víctimas.

El objetivo principal del Gobierno Federal es que la ley garantice la proteción de derechos humanos y la reparación del daño por los tres niveles de gobierno, por lo que propone que se eleve a grado constitucional esta obligación, y que se conjugue con otras legislaciones y se utilice la infraestructura ya existente. Esto luego de que 22 estados del país ya cuentan con leyes locales de protección a los derechos humanos. Lo que propone la ley de Calderón es que todas estas leyes se homologuen para que la tarea de defensa de derechos humanos sea concurrente a todos los estados. Es por eso que la ley de Calderón propone varias reformas, una de ellas al artículo 73 de la Constitución Política de México, para que:
El Congreso de la Unión tenga la facultad… para expedir leyes que establezcan la concurrencia de la Federación, los estados, el Distrito Federal y los municipios, en el ámbito de sus respectivas competencias, en materia de los derechos de las víctimas.[5]
Sin esta reforma explícita en la Ley de Calderón, una ley de protección para víctimas a cargo solamente del gobierno federal sería un despropósito. Y el gobierno federal cita incluso a la ley presentada de Sicilia para defender este argumento:

No por nada, el propio proyecto de Ley general de Atención y protección de los Derechos de las víctimas, elaborado por la Universidad Nacional Autónoma de México y enriquecido con las valiosas aportaciones de integrantes del Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, producto del diálogo con víctimas y personas con amplia experiencia en el tema, así como aportaciones derivadas del proceso de Diálogo sobre Seguridad Pública con Enfoque de Derechos Humanos, facilitado por el Centro de Colaboración Cívica, A.C., en su exposición de motivos señaló lo siguiente: “Esta propuesta, al ser de aplicación general en el territorio nacional, busca las formas de coordinación entre la Federación, el Distrito Federal, los Estados y los Municipios en la atención y protección de las víctimas y todo lo que conlleva su reinserción en la sociedad. En consecuencia, se considera oportuna una reforma al artículo 73, fracción XXI de la Constitución General de la República para señalar, de manera expresa, la facultad del Congreso de la Unión para expedir una ley general en la materia”.[6]

El documento presentado por la Presidencia da una cachetada con guante blanco a Sicilia, al subrayarle que la ley que él proponía también tenía pensado que una modificación al artículo 73 de la Constitución sería lo ideal. Y a pesar de que este es uno de los motivos principales de Calderón para regresar la ley, Sicilia nunca habló de esto. Es más, nunca presentó un argumento y se dedicó a hacer descalificaciones ad hominem contra Calderón. Además, en ningún artículo de la ley de Sicilia se contempla hacer una modificación a este artículo ni a ningún otro, sólo lo sugieren. En cambio, la ley de Calderón sí realizaría este y otros cambios sustanciales para garantizar la viabilidad de la ley de víctimas.

Los legisladores aprobaron la Ley Sicilia y nunca se preocuparon por saber si necesitaban modificar la Constitución o el Código Penal para hacerla viable. Es entendible más no justificable debido a los tiempos electorales que se vivían, por lo que lo más fácil era aprobar una ley que ante los medios y ante la sociedad, sonaba bien. Conocemos a nuestros poíticos y sabemos que para ellos es lo que importa, que algo se vea bien para atraer votos. 

Pero qué fue lo que pasó con Sicilia, el nuevo y uno de los más significativos representantes de la sociedad civil. No se supone que él debería estar alejado de los intereses políticos y preocupado verdaderamente por el bienestar de la sociedad y el cuidado real de los derechos humanos de los mexicanos, de preocuparse más por tener una ley pro persona viable y no una ley mal escrita, con artículos redundantes en todo el documento, con párrafos que en su afán de vigilar con lupa la actuación de las autoridades, deja de lado la máxima protección a la persona. Preocuparse por una ley que no sea imposible de aplicar, ya que esto para nada beneficia la protección de los derechos humanos.
Desgraciadamente el flamante representante de la sociedad civil se encaprichó con su propuesta, pensando que sólo la razón era de él, incapaz de entender que otros también pueden tener razón. Sicilia tenía la oportunidad de hacer lo que tanto criticó al gobierno: dialogar. El gobierno le concedió los Diálogos en el Alcázar de Chapultepec, de los que sin duda se consiguieron grandes avances; pero Sicilia no quiso dialogar, prefirió descalificar, insultar y creer que la de él, era la única razón, la única opción viable para el país.
Quien también frustró el capricho de Javier Sicilia fue la Suprema Corte de Justicia de la Nación, que hace unos días ratificó la suspensión a favor del presidente Calderón para que no se promulgue el decreto sobre la Ley General de Víctimas, y dar tiempo para resolver una controversia para saber si el presidente tenía o no la capacidad de regresar la Ley de Víctimas al Congreso.[7]
Después de la gira de la Caravana por la Paz con Justicia y Dignidad en Estados Unidos, la cual no consiguió más que unos cuantos reflectores pero ningún cambio significativo, (el cual obviamente no ocurriría ya que Sicilia se concentró en el problema de la venta de armamento, en atacar la tan defendida, sagrada e intocable Segunda Enmienda de la Constitución de Estados Unidos), el poeta decidió retirarse por un tiempo[8] sin dar mayores razones. ¿Qué fue lo que pasó? ¿Se dio cuenta de su error y quiere dejarlo pasar? ¿O sólo fue un berrinche de un hombre encaprichado, que al no cumplirle su voluntad, se retiró de la vida pública?
No queda más que esperar que el nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto y los nuevos legisladores den un seguimiento puntual a la Ley propuesta por Calderón. Y esperar también que Peña Nieto no caiga en la tentación de aprobar la ley de Sicilia y no propiciar un verdadero debate entre las dos leyes, lo cual sería muy grave.
Pero más grave y así se debe de entender, es que Javier Sicilia no aprovechara la oportunidad que tuvo para hacer un cambio verdadero a la legislación mexicana, un cambio que beneficiara a miles de mexicanos que se han visto afectados por la guerra contra el crimen organizado. Es grave porque Sicilia fue una persona que tuvo la confianza de miles de ciudadanos que le mostraron su apoyo en las caravanas que realizó por todo el país y más allá de las fronteras. Sicilia desperdició esta confianza y el poder político que tuvo para poder cambiar.
 Si Sicilia regresa, debemos esperar a que no se convierta en un obstáculo para crear una ley de víctimas al nivel de lo que el país necesita, y se convierta en lo que debe ser: un auténtico representante de la sociedad civil.



 
BIBLIOGRAFÍA
“Anuncia Sicilia un largo retiro tras concluir recorrido en EU”. Milenio Diario11 de septiembre de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/ec5bb93ae3ed8dc80f748d6f86930d5f

Ballinas, Víctor. “Muertes de civiles en el combate al crimen, daños colaterales: Galván”. La Jornadaen línea13 de abril 2010.http://www.jornada.unam.mx/2010/04/13/index.php?section=politica&article=005n1pol

García, Juan José. “Se disculpa Poiré a nombre del Estado por feminicidios en Chihuahua”. Milenio Diario en línea 30 de agosto de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/0753d93a2809345b2bd47b56a44e00ab

Guadarrama, Óscar. “Más de 300 organizaciones firman un pacto por la paz en Ciudad Juárez”. CNN México en línea 11 de junio de 2011. http://mexico.cnn.com/nacional/2011/06/11/mas-de-300-organizaciones-firman-un-pacto-por-la-paz-en-ciudad-juarez

Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM. Iniciativa con proyecto de decreto para expedir la Ley General de Víctimas, documento de trabajo en PDF 28 de marzo 2012.http://movimientoporlapaz.mx/wp-content/uploads/2012/04/LeyGrlVictimas.pdf

López, Lorena. “Regresa gobierno Ley de Víctimas; busca corresponsabilizar a gobernadores”. Milenio Diario en línea4 de julio de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/46e09ef345b9f7db7eefe4c0d288ddb5

México. Subsecretaría de Enlace Legislativo, Secretaría de Gobernación. Iniciativa de decreto por el que se expide la Ley General de Atención y Protección a las Víctimas y se reforman diversas disposiciones de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Código Federal de Procedimientos Penales, documento de trabajo en PDF 30 de agosto 2012http://www.presidencia.gob.mx/documentos/iniciativas/Iniciativa-por-la-que-expide-la-Ley-General-de-Atencion-y-Proteccion-a-las-Victimas-y-reforma-diversas-disposiciones-de-la-Ley-General-del-Sistema-Nacional-de-Seguridad-Publica-y-del-Codigo-Federal-de-Procedimientos-Penales.pdf

Michel, Elena. “Congreso alista ley de apoyo a víctimas”. El Universal en línea 13 de enero de 2012. http://www.eluniversal.com.mx/nacion/192865.html

Monroy, David. “Muere hijo del escritor y periodista Javier Sicilia”. Milenio Diario en línea 30 de marzo de 2011. http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/7124535617041c8e5402057a53a32084

Mosso, Rubén. “Da revés la Corte al Congreso sobre ley de víctimas”. Milenio Diario en línea 19 de septiembre de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/ba8f2aa12be419bb32cc4c6393dcc48e



[1] Instituto de Investigaciones Jurídicas UNAM.“Iniciativa con proyecto de decreto para expedir la Ley General de Víctimas”, conocida como Ley Sicilia, documento de trabajo en PDF 28 de marzo 2012.http://movimientoporlapaz.mx/wp-content/uploads/2012/04/LeyGrlVictimas.pdf

[2] García, Juan José. “Se disculpa Poiré a nombre del Estado por feminicidios en Chihuahua”. Milenio Diario 30 de agosto de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/0753d93a2809345b2bd47b56a44e00ab

[3] Subsecretaría de Enlace Legislativo, Secretaría de Gobernación. “Iniciativa de decreto por el que se expide la Ley General de Atención y Protección a las Víctimas y se reforman diversas disposiciones de la Ley General del Sistema Nacional de Seguridad Pública y del Código Federal de Procedimientos Penales”, conocida como Ley Calderón, documento de trabajo en PDF 30 de agosto 2012http://www.presidencia.gob.mx/documentos/iniciativas/Iniciativa-por-la-que-expide-la-Ley-General-de-Atencion-y-Proteccion-a-las-Victimas-y-reforma-diversas-disposiciones-de-la-Ley-General-del-Sistema-Nacional-de-Seguridad-Publica-y-del-Codigo-Federal-de-Procedimientos-Penales.pdf

[4] Ley Calderón 10.

[5] Ley Calderón 26.
[6] Ley Calderón 25, 26.
[7] Mosso, Rubén. “Da revés la Corte al Congreso sobre ley de víctimas”. Milenio Diario 19 de septiembre de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/ba8f2aa12be419bb32cc4c6393dcc48e

[8] “Anuncia Sicilia un largo retiro tras concluir recorrido en EU”. Milenio Diario 11 de septiembre de 2012 http://www.milenio.com/cdb/doc/noticias2011/ec5bb93ae3ed8dc80f748d6f86930d5f

lunes, 9 de julio de 2012

La Congelada de Uva


La primera vez que la vi en vivo, yo tenía como 16 años. Estaba en un toquín de surf en el Foro Alicia y en el intermedio ella hizo hablar a su vagina. Después se bajó del escenario y comenzó a darnos arrimones a la bola de mugrosos que estábamos ahí. Desnuda, se colgó de mi pierna sudada y comenzó a restregarse en todo mi cuerpo. Después fue con diez o veinte más. Es un hecho, su performance me marcó. Por eso decidí buscarla años después. En el 2008 entrevisté a Rocío Boliver “la Congelada de Uva” para el periódico El Centro. Su entrevista jamás fue publicada porque el diario cerró. Esta es la redacción apresurada de esa entrevista de cuatro horas en su departamento de la calle Agustín Melgar. El objetivo, conocer “el otro yo” del personaje. Después, si me dan ganas, les contaré todo lo demás.



Su vida es el sexo y por momentos no parece pensar en otra cosa. Lo demuestra en cada performance que hace, o como ella les llama, "perfumes", en los que ha recitado poesía con los labios de su vagina, se ha metido todo tipo de objetos por el cuerpo y ha excitado a cuantos hombres y mujeres se le ponen enfrente.

Se trata de Rocío Boliver, la Congelada de Uva, una mujer que vive del y para el sexo. Que caminando por la calle puede desnudarse y empezar un performance; una mujer  que en los antros de peor reputación ha hecho concursos para ver quien le saca una congelada con la boca de la vagina.

Una niña que en quinto de primaria sedujo a dos de sus maestros, dos hermanos que pelearon entre sí por ella; una chica que fue modelo, se hizo millonaria en un instante, viajó por el mundo y despilfarró todo su dinero; una joven que fue reportera de Jacobo Zabludovsky para convertirse después en el personaje de La Polaca, en Tv Azteca. Una mujer que se cogió a artistas, periodistas, choferes de microbús y albañiles.

Por eso es difícil imaginar a la Congelada de Uva como madre, y ella asegura que éste es su otro yo, porque el convertirse en mamá la hizo ser un poco "menos egoísta y pensar más en lo que le estaba haciendo a mi hijo", Sebastián, de 18 años de edad.

"Yo no sabía que existían los niños antes de que estuviera embarazada, es más, ni los había visto, no tenía conciencia. Mis amistades me preguntaban cómo le hacía con mi hijo, pues desde que el nació yo ya estaba escribiendo literatura erótica. Nunca le escondí nada, hasta me ayudaba a hacer ciertos objetos de arte con mi vello púbico y cosas así", cuenta Rocío, la madre.

"Para mi fue muy difícil porque no tenía ni puta idea lo que significaba ser madre. Ahí entendí la frase 'vales madre', porque en realidad eso es lo que pasa. Hay algo que se antepone a tus deseos, a tu hambre, a tu dolor físico y a tus sueños, y es esa personita.

"Yo saqué diez en mi parto, pero pensé que ahí terminaba la tarea. Como siempre me han consentido mucho y he sido muy egoísta, cuando nació mi hijo, yo tenía mucha hambre, y cuando ya iba a desayunar, me lo llevaron para que lo amamantara, y nada más vi como se alejaba mi desayuno. Pero me puse a mi hijo a un lado y pedí que me trajeran de vuelta mi desayuno".

"Yo lloraba y decía no, tengo hambre, pero ahí me di cuenta que la madre deja de ser esa persona para volverse alguien que tiene que dar, dar y dar, porque de ahí viene todo el rollo de ser madre, cosas que yo en la vida había hecho", confiesa Rocío.

"Sé que en muchas ocasiones Sebastián se ha conflictuado, porque para un chavo no ha de ser tan sencillo tener de madre a la Congelada, que tus amiguitos vean a tu mamá encuerada, o metiéndose objetos por el ano y por la vagina, sé que no ha sido fácil para él, pero sé que hubiera sido más difícil para los dos esconder lo que hago, lo que pienso y lo que veo", asegura el otro yo de la Congelada de Uva.

¿Por qué Congelada de Uva?

 Cuando Rocío iba en la primaria, era una mujer delgada, tímida, enferma de un riñón y llena de culpas y miedos, según sus propias palabras. Compraba congeladas para masturbarse con ellas, sus preferidas las de uva, porque cuando se consumía toda la congelada dentro de ella, dejaba un pequeño trozo para comerlo, siempre de ese sabor.

Pudo ser también la chica Dixo, porque se masturbaba también con bicolores de esta marca.


domingo, 24 de junio de 2012

El falso hijo de El Chapo y los Beltrán León


Ya todos saben de la pifia de la Marina al confundir la semana pasada a Félix Beltrán León con Alfredo Guzmán Salazar, y aventarse esa gran puntada de anunciar la captura del hijo del narcotraficante más buscado del mundo, Joaquín “El Chapo” Guzmán. La Marina tenía sus dudas, y no fue gratis que durante la presentación se refirieran al muchacho de 23 años (y no 26 como el “Alfredillo) como “presunto hijo”. Talvez algún día sepamos qué o quién fue lo que llevó a la Marina a realizar semejante estupidez. Pero hasta entonces, concentrémonos en otro asunto.
El viernes, Eladia León, la madre de Félix Beltrán León, ofreció una conferencia de prensa para desmentir a la Marina, todos ya lo saben. Enseñaron credenciales, licencias y hasta fotos familiares, por lo que la PGR tuvo que salir en la noche a decir que no era el hijo del Chapo, pero que aún así permanecería detenido por las armas y el dinero en efectivo que portaba.
Si bien la familia y defensa de Félix dicen que la Marina le plantó el dinero y las armas, los apellidos Beltrán León no tienen muy buena fama en Culiacán. Por lo menos tres hermanos con estos apellidos se convirtieron en el terror de Sinaloa desde el año 2000.
Conocidos como “Los Charritos”, los hermanos Beltrán León, fueron protagonistas de balaceras memorables, desapariciones misteriosas y rescates espectaculares, ya que eran parte de una célula al servicio del cártel de Sinaloa. Sí el del Chapo Guzmán.
El Charrito mayor, Jorge Rubén Beltrán León comenzó su carrera delictiva en el año 2000 al violar a una mujer en Culiacán. Después empezó a matar para el Cártel de Sinaloa junto a sus dos hermanos Horacio y Javier.
Cinco años después fue capturado por la muerte de un policía ministerial y su hermano. Para entonces, Los Charritos ya eran conocidos en todo Culiacán y su poder iba en aumento. Jorge pasó dos años en el penal, suficientes para tomar parte del control. En 2007, El Charrito recibió un conveniente disparo por parte de uno de los custodios. Extrañamente, el disparo fue hecho con una escopeta cargada con balas de sal de grano, que causan mucho dolor, pero sólo heridas superficiales.
El 27 de septiembre, El Charrito fue trasladado al Hospital Civil de Sinaloa, ya que el parte médico señalaba que sufría heridas en el abdomen, las cuales no fueron atendidas de forma adecuada por la enfermería local y se le tenía que practicar una cirugía. Pero esta no ocurrió. Momentos antes de ser ingresado al quirófano, un comando con cerca de 40 sujetos entró al hospital, desarmó a custodios y 12 policías estatales que resguardaban al reo y lo rescataron.
No le duraron mucho los aires de libertad. Un mes después fue capturado y reingresado al penal bajo la averiguación previa AP/SIN/CLN/953/2007 por acopio de armas de uso exclusivo del Ejército y evasión de reos. Para diciembre, la PGR decidió sacarlo del estado para evitar más incidentes y hasta el momento se desconoce a dónde fue a parar.
Horacio y Javier
La detención del mayor de los Charritos no impidió que sus hermanos siguieran sus pasos. El 2 de agosto de 2008, Horacio y Javier Beltrán León protagonizaron una balacera en la colonia Las Vegas, digna incluso de varios narcocorridos e imborrable de la memoria de los vecinos. Después de asesinar a un sujeto, Horacio y Javier junto con su gente se toparon con policías estatales, soldados y federales.  Los hermanos se separaron para tratar de dar una mejor ofensiva, pero no fue la idea más brillante.
Horacio falleció en el enfrentamiento mientras que Javier se refugió con sus hombres en un domicilio, que casualmente había sido usado como casa de campaña del diputado priista Óscar Félix Ochoa, cuyos hermanos fueron detenidos tiempo después en posesión de droga y armas, además de que tenía a un cuñado incómodo, Javier Torres, operador del cártel de Sinaloa extraditado a Estados Unidos, pero esa es otra historia.
Esa noche murieron cuatro federales al tratar de capturar a los Charritos y fue una de las peores noches que había pasado Culiacán. Río Doce la calificó como los primeros “signos de la narcoguerra que apenas comenzaba”. (http://www.riodoce.com.mx/content/view/5211/)
Después de la muerte de Horacio, Javier fue enviado al penal de Aguaruto. Estaba solo y malherido, ya que solamente uno de sus cómplices sobrevivió a la balacera de Las Vegas. No duró ni un mes en el penal, cuando fue asesinado a balazos junto a su compañero. El autor, un hombre de 50 años, acusado de múltiples homicidios y con nada que perder. Semanas después, el asesino apareció muerto por una supuesta sobredosis.
Durante el funeral de Javier, unos 20 hombres armados levantaron a seis jóvenes que se encontraban en el sepelio. Esa fue la última vez que se escuchó hablar de los Beltrán León. Hasta la semana pasada, cuando la Marina capturó a Félix.


viernes, 16 de marzo de 2012

¿Quién salvó a Joaquín El Chapo Guzmán?

Imagínense una casa en Los Cabos que nunca podrán pagar. Ahí estaba Joaquín El Chapo Guzmán, su piloto, un jardinero, una sirvienta y su prostituta de confianza. No entiendo por qué invitó al jardinero, pero bueno, cada quien sus filias. Todos los detalles estaban listos para una noche de amor perfecta…
Ahora imagínense a su funcionario de la PGR favorito. No, que va, imagínense al presidente sobándose las manos de la emoción porque le acaban de avisar que ya saben donde está el Chapo y que en cuestión de horas lo atrapan…
Imagínense el pinche despliegue de recursos, agentes, armamento, los cuerpos de élite, toda la mamonería rumbo a la casa en Los Cabos. Pum! Rompen puertas, madrean ventanas…  ¡Ahí está la sirvienta! ¡Ahí está la puta! ¡Agarren al piloto! ¡Entrégate pinche jardinero! Ora sí Chapo, ya valiste madres… Chapo… No mamen…¿dónde está el Chapo..? ¿Quién le avisó? ¿Cómo se salvó?
Pues según la PGR, al Chapo lo salvó su exquisitez de no querer pintarse de payasito y su desprecio a la Lulú de grosella. Se salvó por que no le apetecen las infusiones de amor ni los vampirazos. Lo salvó el achaque y el chisme. Se salvó porque odia que se suban a lancha y naveguen con bandera comunista. Se salvó porque se descalabró el chango y se descongeló el bisteck.
Sí, aunque sea difícil de creer, ayer la PGR le dijo a Reforma que El Chapo Guzmán no pudo ser capturado por culpa de una prostituta que andaba en sus diablos, tenía periódico, traía la calavera encendida, tenía visita, estaba pagando renta, andaba en su mala semana y jineteando al alazán. Tan fino como es él, prefirió irse de la casa rentada en Los Cabos y regresar unos días después, pero ya no regresó.
Yo ya no sé si creer que al Chapo lo salvó Andrés y la regla del licenciado Rojas. Ustedes juzguen, pero tomen en cuenta que la exquisitez puede salvarles el pellejo... bueno los pellejos... bueno ustedes entienden.

jueves, 8 de septiembre de 2011

El Monstruo de Iztapalapa

Fue hace siete otoños cuando Clara conoció a Antonio, en ese mes en el que las almas se enamoran de la luna. Clara vivía en una primaria de una colonia popular, junto con sus tres hijos. Gabriela era la mayor con 14 años. Le seguía Rebeca de 12 y Ricardo de 10.

Antonio trabajaba como conserje junto con Clara, y en poco tiempo fueron más que compañeros de quehaceres. A pesar de que Clara le llevaba 12 años, la relación se dio sin mayores problemas. En ese tiempo, Toño vivía en casa de su madre junto con sus cuatro hermanos. Todos los días, después de que acababan las clases, Toño trabajaba un taxi pirata para completar los gastos.

Pero los domingos eran sagrados, ya que los pasaba en la Iglesia, donde era parte del coro. Ahí estaba el día entero cantando el acto penitencial, el Gloria, el Santo y el Cordero. El acto penitencial, el Gloria, el Santo y el Cordero. Así una y otra vez hasta la última misa.

Un día Clara ya no quiso dormir sola. Un día Clara le pidió a Toño que se mudara con ella y sus hijos a la pequeña casa que había improvisado en la escuela, tal como lo hacen todos los conserjes que se convierten en una parte más del mobiliario de los colegios. Toño aceptó.

Pero un día Toño ya no quiso dormir con Clara, simplemente dejó de gustarle. Le echaba en cara la diferencia de edades, le reprochaba el no tener buen cuerpo; sus 37 años y la crianza de tres hijos le habían pasado la factura. Y un día Toño miró de manera diferente a Gabriela, quien recién dejaba la pubertad. Y otro miró distinto a Rebeca, quien apenas entraba a ella.

Clara no quería o no podía entender lo que pasaba. Toño le decía que así eran las cosas entre la gente de clase media, y que él era de clase media y que estaba acostumbrado a tener a más de una mujer. Fue así que comenzó a acostarse con Gabriela, con Rebeca y con Clara. Con Gabriela, con Rebeca y con Clara. Así una y otra vez hasta que embarazó a Gabriela; una y otra hasta que embarazó a Rebeca. Una y otra vez hasta engendrarles cinco hijos a sus dos hijastras.


Los primeros dos partos ocurrieron dentro de la casa, ya que desde hace meses Toño había decretado que las niñas no volverían a estudiar, mucho menos salir a la calle pues les decía que todas las mujeres son unas locas y no quería que nadie más se acostara con ellas. Los otros tres partos ocurrieron en un hospital de salubridad, ya que Rebeca y Gabriela se habían vuelto cómplices involuntarias de su gran gigante bonachón.

El único que salía a la calle era Ricardo. Pasaba el tiempo recolectando cartón y vendiendo dulces afuera de una paletería, ya que a él también le prohibieron ir a la escuela. Trabajando trataba de quitarse de la mente la imagen de su madre y sus hermanas revolcándose con Toño; trataba de olvidar el terror que le causó la primera vez que vio el pene erecto de su padrastro desgarrando a sus hermanas. Intentaba olvidar las golpizas que Toño le propinaba cuando no llevaba suficiente dinero a la casa y el frío de las noches en las que era obligado a dormir con la cabeza en un charco de agua, amarrado con el mismo cinturón con el que su padrastro le laceraba la espalda.


Pasaron tres años en los que Toño se hizo cada vez más violento. De la nada decidió llevarse a Rebeca y a Gabriela a casa de su madre, donde también vivían sus cuatro hermanos. Ahí continuaron las golpizas, de las que todos eran testigos. Los domingos, cuando Toño cantaba en el coro de la iglesia, eran su madre y sus hermanos quienes cuidaban que las niñas no escaparan, aunque las ventanas y puertas del cuarto donde dormían habían sido cubiertas con tablas y ladrillos, para que nadie husmeara en este castillo de pureza.

Rebeca tenía 17 años cuando se acostó por última vez con su padrastro. Esta vez, su frágil cuerpo no resistió la golpiza que le propinó Toño, quien desesperado, abrió la blusa de Rebeca, le quitó el sostén y tomó a la hija de Rebeca, su propia hija, su propia nieta de 3 meses y la restregó una y otra vez contra los senos fríos, esperando que mamando a su madre, ésta reviviera por arte de magia. Así lo hizo hasta que asfixió a la pequeña.

Durante todo un mes Toño pensó en un plan para deshacerse de los cuerpos. Mientras se le ocurría cómo hacerlo, vertía creolina y cal como si se tratara de perros muertos, para evitar que la peste alertara a los vecinos. No se le ocurrió otra cosa que amarrar a la bebé al pecho de Rebeca y así guardarlas en una bolsa negra. Le habló a uno de sus hermanos, quien le ayudó a subir los cadáveres al taxi y manejaron hasta la avenida Ignacio Zaragoza. Siguieron todo derecho y ya sobre la carretera México-Puebla, estacionaron el carro y Toño tiró a su hijastra e hija a la orilla del camino.


Gabriela tenía 21 años cuando se acostó por última vez con Toño. Sus esperanzas en que algo cambiara su vida se habían derrumbado, casi al mismo ritmo en el que la respiración de su pequeña hija de tres meses se debilitaba, ya que Toño las había golpeado de nuevo.

Por eso le sorprendió tanto que ese día, un grupo de policías derribaran la puerta, se llevaran a sus captores y la liberaran junto con su hermano y cuatro de los niños engendrados por su padrastro. Pero le sorprendió más enterarse que fue Clara, su madre, la que siete otoños después de conocer a Antonio, decidió ponerle fin a esta historia.

jueves, 18 de agosto de 2011

Mi homenaje a Juan Gabriel Vásquez


Estaba sentado en la barra del lugar mientras el cantinero fingía escuchar mis problemas de amor. Ya había perdido la cuenta de las cervezas y comencé a tomar whisky en las rocas. La falta de atención a mi relato la compensaba con la dedicación que empeñaba en buscar hielos sin huecos para que el sabor del Chivas 18 no se diluyera. Con eso me bastaba, o me tenía que bastar esa noche. Di un vistazo a los banquillos, nada decente, por lo que incliné de nuevo el vaso hasta el fondo y pedí otro trago, esta vez con menos hielos.

De pronto las cosas cambiaron. Su presencia fue molesta desde el primer segundo en que lo percibí. Las miradas de la gente alrededor no me permitieron poder hacer algo. Quería sacarlo, como fuera, desterrarlo aunque sabía muy bien que tiempo después, uno como él llegaría de nuevo. Era tan molesto como una astilla en el dedo, como escuchar a tu suegra hablar durante horas y no poderla callar. Así de irritado me tenía su presencia. Tenía que hacer algo, él ya no tenía que estar ahí.

Pasaron los minutos y de pronto lo olvidé. Continuó la noche, el alcohol corría y me hacía ver cada vez más bellas a las mujeres, en especial a esa gordibuena (no existe ese término más que con una buena cantidad de alcohol en la sangre) con la que ya había evitado intercambiar miradas minutos antes, pero a esas alturas podía pasar por alto su nariz de bruja y los dientes desviados. Se fue antes de que el alcohol me diera el valor. Mejor así, una gordita a esas horas de la noche me hubiera indigestado. No hubo suerte en toda la noche, si es acaso lo que se necesita para poder acostarte con alguien en esta ciudad.

Tambaleándome me fui al auto. Tomé los atajos para evitar alcoholímetros y fui bajando la velocidad donde ya sabía que estaban los radares. Llegué a casa, subí la escalera y me derrumbé en la cama, dejándole a lo que quedaba de mi consciencia la decisión de quitarme la ropa.

De pronto, antes del desmayo, lo recordé. Ahí estaba de nuevo, su molesta presencia en la intimidad de mi habitación. No había nadie alrededor, era el momento preciso y sin pensarlo hice lo que tanto anhelé horas antes. Se resistió, por poco lo pierdo, pero cuando estaba a punto de caer a un abismo inalcanzable, logré sacarlo y lo aventé lo más lejos que pude. En el silencio, sólo se escuchó un pequeño “tic”. El ruido de los mocos al caer.

¡Pinche mocote!